Daniel Norris, el millonario jugador de béisbol que vivió en una Westfalia 1978

¿Se imaginan a Cristiano Ronaldo rechazando parte de su salario para vivir como cualquiera de nosotros? ¿Y a Messi durmiendo en una Combi al lado de un supermercado? Seguro que no. Hay cosas que ni la imaginación puede conseguir, pero Daniel Norris, jugador de los Azulejos de Toronto (Blue Jays) de la Liga Mayor de Beisbol, hizo más o menos eso.

Aunque suene un poco difícil de creer, este exitoso jugador durmió en una Combi en el parque cerca de unos grandes almacenes y percibe tan solo 792 dólares al mes a pesar de que gana más de dos millones de dólares al año.

¿Por qué?

“Es como el ying y el yang. Puede ser poco convencional, pero me siento bien con mi estilo de vida. En realidad, estoy más cómodo siendo pobre”, confesó en un reportaje para ESPN en alguna ocasión.

En realidad, Daniel Norris nunca necesitó mucho. O eso dice él.

Creció en Johnson City, Tennessee, y pasó sus días ayudando en la tienda de bicicletas que su padre había heredado de su abuelo. Su infancia la pasó jugando en la calle y haciendo senderismo con sus dos hermanas mayores.

En la escuela jugó al fútbol y al basquetbol, pero destacó en el béisbol. Por esta razón no fue raro que en 2011 firmara su primer contrato como profesional, con un sueldo anual de dos millones de dólares por temporada. Aquel día, lo celebró comprándose una camiseta con un valor de 15 dólares.

Daniel Norris y su Combi Westfalia 1978

Pero antes de llegar a ser multimillonario, ese mismo año adquirió su “casa” por 9,200 dólares, es decir, una Volkswagen Westfalia 1978 y la llamó “Shaggy”, en honor al personaje de Scooby Doo.

Al ser un camper, esta Combi tiene todo: cama, una cocina portátil y una pequeña estancia donde pasar el día. Era su mejor compañera, la que le llevaba a los entrenamientos y le permitía escaparse a hacer senderismo o acercarse a la playa para surfear, su otra pasión.

De acuerdo con el propio Norris, a bordo de esta Combi recitaba poemas, cantaba, hacía café en su prensa francesa por las noches noche, leía a Jack Kerouac, su autor de cabecera, y escribía lo que llamaba “el diario de pensamientos”, donde anotaba sus reflexiones antes de ir a dormir. Por ejemplo: “¿Dónde se puede ser tan libre como en medio de la nada?”.

Hasta el momento de escribir esta nota no se sabe qué fue de la Combi, si todavía la tiene o ya pasó a manos de otro feliz propietario.

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