El Depósito de la Autostadt, el lugar donde se guardan los tesoros de VW

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El Depósito

El vocho 1 millón, que salió de la línea el 5 de agosto de 1955.

En un edificio industrial común, a pocos kilómetros de la enorme sede de Volkswagen AG en Wolfsburg, Alemania, hay un tesoro de automóviles, que muy pocas personas conocen, pero aquellos que saben de él lo llaman “El Depósito”.

“El Depósito” es apenas una parte de la Autostadt, la Ciudad del Automóvil de Volkswagen, que dirige el centro de entregas de automóviles y el parque temático automotriz al lado de la fábrica de Wolfsburg.

historia de Volkswagen
El asombroso Bähnle de 1970, el cual se usaba para recorrer la ciudad de Wolfsburg.

En este lugar, de 6,500 metros cuadrados, se guarda una colección de 260 vehículos, modelos de no menos de 66 marcas diferentes. De ellos, 70 o más están exhibidos de forma permanente en el museo (“La casa del tiempo”) en Autostadt y cuentan la historia del automóvil a través de los años.

Autostadt se inauguró el 1 de junio de 2000 y fue diseñado desde el comienzo como un centro de entrega de autos. El lugar tiene 2 torres principales donde se colocan vehículos de varias fábricas de VW de todo el mundo, para que los nuevos propietarios los retiren personalmente.

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El taller de “El Depósito”, está dedicado a mantener la colección de vehículos de Autostadt en perfecto funcionamiento.

Junto a éstas, hay pabellones dedicados a las marcas de Volkswagen AG, el museo Zeithaus y un gran salón de exhibición con pantallas interactivas, las cuales muestran cómo se fabrican los autos de la marca alemana e información sobre su sostenibilidad.

Además, hay varios restaurantes (más de 7) en la Autostadt, debido a que cada año llegan aquí más de 2 millones de visitantes y necesitan comer.

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Un raro Beetle GSR 1973 (Gelb Schwarz Renner o Yellow and Black Racer), es uno de los 3500 que se fabricaron y se está restaurando de forma completa.

El nacimiento de “el depósito”

Poco después que Autostadt abriera sus puertas, la compañía recibió un presupuesto para comprar autos, generalmente a razón de 10 por año, para agregar a la colección existente.

A medida que crecía la cantidad de coches, también fue necesario un lugar para guardarlos, es así como nace “El Depósito”.

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Un concesionario ofreció este Golf GTI edición Pirelli 1983 a Autostadt.

La instalación tiene varias plataformas con elevadores y un pequeño taller, para que el personal se asegure de que los vehículos se puedan usar en alguno que otro evento. Autostadt, cree que los autos se deben usar para el propósito para el cual fueron diseñados, lo que les otorga el doble papel de embajadores de la compañía.

Además, los proyectos de restauración se administran a través de esta instalación. Ejemplo de ello, es un raro Beetle GSR 1973 (Gelb Schwarz Renner o Yellow and Black Racer), uno de los 3500 que se fabricaron, que se está restaurando en su totalidad.

El Depósito
En la imagen vemos un vocho preparado de forma especial para un Rally, su motor 2.0 litros con carburadores Weber es capaz de generar 154 caballos de fuerza, también incluye jaula de seguridad, frenos grandes y suspensión baja.

Normalmente esta no es la forma en que Autostadt compra autos, dice el técnico Gerald Schroder: “Preferimos comprar autos que estén en el mejor estado posible cuando salgan al mercado”.

Pero si Autostadt no puede conseguir el auto perfecto, restaurará uno de la mejor manera posible. Si bien, sus técnicos tienen la capacidad de mantener los autos funcionando en el lugar, uno como el Beetle GSR 1973 se enviará a los expertos y “El Depósito” dirigirá el proceso.

El depósito de la Autostadt
Un Corrado G60.

También hay marcas que no tienen que ver con Volkswagen

El aspecto más impresionante de “El Depósito” no es la cantidad de autos, sino la cantidad de marcas que están representadas aquí. Además de los modelos de Volkswagen Group, entre ellos, Audi, Skoda, Porsche, Bentley, Bugatti y Lamborghini, hay coches de otros fabricantes.

Por ejemplo, bajo ese techo está un Oldsmobile Toronado 1966, fue el primero con tracción delantera y más de 300 caballos de fuerza. También está un Honda S800, el primer coche japonés que se importó a Europa. Vemos un Toyota Corolla 1960, el primer auto japonés realmente producido en masa.

El Depósito
Así es como luce la arquitectura de un Vocho de Volkswagen, gracias al corte transversal podemos ver la suspensión independiente y el motor enfriado por aire.

Al dar un vistazo a los pisos, se ven Mercedes-Benz, BMW, Ford, Renault, Fiat, Lancia y todo tipo de vehículos de la “competencia” de Volkswagen, ya que uno de los objetivos de Autostadt, es contar la historia del automóvil, educar e informar a los visitantes.

Uno de los aspectos más atractivos del recorrido, fueron las historias detrás de algunos autos. Schroder señaló un vocho 1967 blanco, común y con placas británicas, dijo que lo compraron porque es uno de los escarabajos más famosos del mundo, ya que es el que aparece de fondo en la famosa foto tomada en Abbey Road, en Londres para el legendario disco de los Beatles.

El Depósito
En la imagen vemos un Volkswagen modelo 1952 en perfecto estado de conservación.

Andreas Hornig, el jefe técnico de Autostadt, nos mostró autos de la cápsula del tiempo, entre ellos un Golf GTI, un Corrado G60 y un Rallye Golf súper raro.

También anda por ahí un Volkswagen Golf GTI con 175 kilómetros recorridos, está tan intacto que es un referente ideal para las personas que quieren llevar a cabo una restauración.

El Depósito
El vocho 1 millón, que salió de la línea el 5 de agosto de 1955.

Hay otro Golf GTI 1983 en la colección que se encontró en un rincón de la fábrica: sin papeles, 284 kilómetros, pero el motor nunca se había encendido, ya que fue trasladado de un lugar a otro.

¿El vehículo favorito de “El Depósito”? Hay demasiados para elegir, pero el vocho 1 millón que salió de la línea el 5 de agosto de 1955, es una auténtica joya.

Este escarabajo se pintó de dorado y tiene un tapizado particular que parece un sofá de mediados de siglo pasado. Además, todas sus piezas metálicas del exterior, la franja del cofre, defensas, biseles de los faros, molduras laterales y estribos, originalmente tenían diamantes de imitación incrustados, pero con el paso de los años, las personas los sacaban y se los llevaban como souvenirs.

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