Pocos saben que la compañía Westfalia fue fundada casi un siglo antes de que surgieran los primeros VW de producción en serie, en el año de 1844 para ser exactos. Su creador fue Johann Knobel, quién originalmente concibiera el negocio para manufacturar herramientas para la industria agrícola.
Algunos años más tarde, comenzó a elaborar carruajes y carretas que eran jaladas por caballos. Algunas de ellas eran para llevar pasajeros y debía darles acabados de lujo, por lo que integró a su taller una sección de pintura y tapicería; Knobel quería realizar los trabajos por el mismo, imprimirles su estilo sin tener que batallar con otras empresas, ni tener que compartir las ganancias con terceros.
Sus creaciones fueron recibidas con gran éxito, por lo que se enfocó de lleno en este rubro. El campismo comenzó a tomar popularidad a principio de la década de los años veinte, y un vehículo acoplado con algunos aditamentos extras, para hacer más cómodo el viaje, era el sueño de cualquier familia. Elaboró los primeros ejemplares pero eran sumamente caros, había que hacer muchas modificaciones por lo que solo eran accesibles para extractos socioeconómicos altos.
Westfalia, renaciendo como el Ave Fénix
La fábrica tuvo su primer revés durante la Segunda Guerra Mundial, prácticamente fue destruida durante un bombardeo a la ciudad donde se localizaba (Westfalia), no obstante, pudo recuperarse lo suficiente para sacar a flote una camioneta fabricada con placas de acero, que fue exhibida en la Feria de Hanover de 1947.
Ese podría haber sido el fin de la empresa si Volkswagen no hubiera sacado al mercado el Transporter en 1950. Una camioneta con mucho espacio y que mecánicamente era sencilla, por lo que se convirtió en un hit instantáneo dentro de las familias alemanas. En aquel tiempo, el transporte privado era casi un lujo, por lo que muchas familias utilizaban sus camionetas para ganarse la vida durante la semana. Al llegar el domingo instalaban los asientos en la zona de carga para salir de paseo, las “transformaban”.
Esta situación provocó que pronto la gente instalara algunos extras a los vehículos para hacer más llevadero el viaje, para poder dormir y cocinar en ella y no tener que pagar hoteles ni casas de hospedaje en vacaciones.
Westfalia Company tomó cartas en el asunto e inició la producción de campers, bajo la premisa de que fueran funcionales, que se pudieran agregar o quitar elementos con facilidad, sin que quedaran fijos o que requirieran de muchas herramientas, para que pudieran ser convertidas rápidamente en camionetas de carga.
Las primeras Volkswagen Westfalia
El acercamiento en forma con VW llegó en 1951, cuando un oficial del ejército norteamericano se puso en contacto con Westfalia para preguntarles si era posible que le construyeran una camper, similar a las que ya elaboraban de serie sobre trailers. La respuesta fue evidente, y resultó en un pedido de ¡50 ejemplares!.
Fue en 1952 cuando Westfalia produjo en forma sus primeras Transporter “Camping Boxes”, las cajas de campaña que detrás de los asientos delanteros contaban con equipo de cocina, lavabo, y una plataforma que al doblarse se transformaba en cama. Durante 1954 y 1955, la potencia del motor aumentó, con un decremento en el tamaño del compartimiento de la máquina, lo que les dio la facilidad de implementar más equipo y ocupar mejor el espacio.
Fueron dos los camping Box que se produjeron, y llevaron el título de Estándar y Export. La Estándar tenía una cama más pequeña, un pequeño pasillo y una mesa abatible; muchas de ellas eran equipadas con techos Doormobile a rayas. Cerca de 11,000 ejemplares fueron producidas. Su contraparte, la Export, que tenía una cama más larga, una mesa giratoria, estufa y módulo con lavabo. El vehículo tenía un costo de 2540 marcos alemanes.
Westfalia entregaba sus vehículos a través de concesionarios, el lujo comenzó a ser un factor en estas camionetas, por lo que en Alemania, una camper de estas características era inaccesible para la mayoría. Como ejemplo, la camper modelo Export de 1955 costaba 9,000 marcos alemanes (lo mismo que un Mercedes 190), por lo que la mayor parte de la producción fue exportada.
Llegan los modelos de lujo
En 1956 se lanza la Campingwagen Deluxe (SO23), que se sentía con mayor especio interior que el modelo previo. Tenía cortinas, tapicería de lujo, ventilación en el techo, rack de techo y un tanque de agua con capacidad de 90 litros. Curiosamente, los modelos de exportación a Estados Unidos no contaban con cocineta, la razón era que en aquel país, las leyes prohibían usar estufas y conexiones de gas en los vehículos.
El modelo siguió por la senda del éxito, a fines de 1963, más de 10,000 Camping Wagens habían sido producidas.
El Volkswagen Tipo 2 ha evolucionado hasta llegar a la sexta generación y de una u otra forma Westfalia siguió adelante dentro de un mercado sumamente competitivo. Aunque con menos auge que en épocas pasadas. Durante la última década, el 90 por ciento de su producción fue exportada e Estados Unidos.
Emprendedor, empresario, fan del buen café y de las playas del Caribe Mexicano. Creador y Director Editorial de las revistas Vochomania, Tuning Car, Curvas, Mundo Volkswagen y muchas más. Editor en Autoproyecto. CEO de MB Digital Entertainment. #DogLover #AdoptaNoCompres
Ustedes tienen razon: compre mir primero Vw Multivan 1990 equipado de Westfalia, fue con este Furgo 1994 – 95 de Alemania hasta Estados Unidos y México (yo soy más Mexicano que pulque)
Fue simple hacer una cama y dormir. Hoy tengo Vw T5 y el banca de asiento atras pesa 90 kilos, y no se pude sacar solito.. 😭. ANDREAS Gündel Salchichonia