Uno de los puntos fuertes del Escarabajo con respecto a sus competidores, era (es) la gran posibilidad de personalización que tenía (y tiene), esto gracias a la enorme cantidad de accesorios disponibles dentro del mercado secundario. Algunos de ellos resultan accesorios raros, ya que se trata de piezas que quizás hoy resulten comunes, pero que en su momento eran vanguardia pura. En esta ocasión, les presentamos algunos ejemplos de ello.
¿Cansado de la cotidianeidad, dispuesto a darle a tu Vocho una apariencia diferente? Una empresa norteamericana puso a la venta, a mediados de la década de los 50, tres kits de conversión fabricados en fibra de vidrio, los cuales estaban compuestos por una extensión para el cofre y la cajuela, dichos modelos llevan los siguientes nombres “La plaza”, “El toro” y “Monza”, y en su momento tenían un costo aproximado de 64.50 dólares por pieza.
Para todos aquellos que quisieran darle un toque de distinción a su Escarabajo sin la necesidad de cambiar sus llantas originales por unas de carablanca, aspecto que incluía una gran inversión, la empresa alemana Galablenden puso a la venta este juego de arillos de hule blancos que se fijaban al neumático a través del tapón del rin.
El día de hoy resulta impensable una conversión de esta naturaleza dado el elevado costo, sin embargo, en su momento tenía como objetivo proporcionarle al Tipo 1 una apariencia más “moderna”. En la propaganda que ahora les mostramos, podemos apreciar que una empresa alemana promocionaba la modificación trasera de tu Split Window para hacerlo ver como un Oval Window.
Las calaveras del Escarabajo de la década de los 50 no se caracterizaban precisamente por proyectar una gran cantidad de luz, de hecho, eran muy pequeñas. Por esta razón, la empresa Kurt Andreas puso a la venta una luz trasera que se montaba a la altura del porta-placas y que era capaz de emitir un haz de luz de 12 metros de distancia.
Hoy en día existen una gran cantidad de opciones en cuanto a velocímetros e indicadores del tablero se refiere, sin embargo, en la década de los 60 las cosas eran diferentes. Pensando en aprovechar al máximo el espacio del tablero, la marca MotoMeter puso en venta un instrumento 3 en 1, con el cual podías obtener la lectura del nivel de combustible, de la temperatura de agua y de la corriente de la batería. Este medidor se montaba sobre la rejilla detrás del volante.
¿Por qué no tener la versatilidad de una Station Wagon en un Escarabajo?, es lo primero que leemos en esta publicidad. Para la empresa The Car-Vert Company no existían imposibles, por ello, lanzaron al mercado un aditamento que te permitiría aprovechar todo el espacio trasero del Vocho, para ello se tenía que retirar el asiento. La conversión sólo tardaba un minuto y no se requería de herramientas especiales para ello.
En la década de los 50 era complicado tener una idea clara del nivel de combustible con el que contaba un VW Sedan, quedarse a medio camino sin gasolina era una constante. La empresa Remington Products de Ontario, Canadá, puso a la venta un indicador que se ubicaba en el costado izquierdo del volante y que al momento en el que la gasolina estaba a punto de acabarse, se encendía un indicador en el que se puede leer la palabra On Reserve.
Décadas atrás, la industria automotriz estaba rezagada en materia de seguridad; no obstante, siempre han existido empresas interesadas en este aspecto, ejemplo de ello es Bero, empresa de origen británico, que puso a la venta a través de los distribuidores VW del Reino Unido este juego de cinturones compatibles con los Vochos fabricados a partir del 62 y posteriores. Su instalación era muy sencilla, 5 minutos te tomaba, y una de sus las características principales era que se retraían de manera automática, tal y como sucede con todos los automóviles hoy en día.
Estarán de acuerdo con nosotros que manejar tu Escarabajo durante la temporada de lluvias es toda una odisea, por obvias razones debemos cerrar las ventanas y es cuando el parabrisas comienza a empañarse sin cesar, así que no nos queda más que conducir con una mano en el volante y con la otra sosteniendo un trapo para limpiar el vaho. Para poner fin a este problema, una empresa alemana puso a disposición estos deflectores que se colocaba en los postes A, para dirigir el aire de las ventilas, directo sobre el parabrisas.
Llegaban las vacaciones y en el Vocho no había espacio suficiente para albergar todo el equipaje de la familia; pensando en ello, Westfalia-Anhanger puso a la venta este remolque que podían instalarse a un jalón colocado sobre la defensa posterior. Se podía pintar al color de la carrocería de tu auto y se equipaba con llantas iguales a las del Escarabajo.
El escarabajo contaba con una enorme cantidad de accesorios que lo convertían en un ejemplar más versátil y cómodo, prueba de ello es este asiento que se reclinaba hasta en un ángulo de 160 grados, para ello, solo había que empujar hacia atrás una palanca. Su precio en dólares era de 6.95, ¡claro!, estamos halando de la década de los 60.
En 1958, Judson sacó a la venta un supercargador que podía instalarse en el motor del Escarabajo, así como de algunos modelos de Renault y MG-A. Con este accesorio y según especificaciones del fabricante, la potencia podía incrementarse hasta un 50% sin tener que sacrificar economía y rentabilidad.
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Emprendedor, empresario, fan del buen café y de las playas del Caribe Mexicano. Creador y Director Editorial de las revistas Vochomania, Tuning Car, Curvas, Mundo Volkswagen y muchas más. Editor en Autoproyecto. CEO de MB Digital Entertainment. #DogLover #AdoptaNoCompres