Fue en la edición 491 de la revista Vochomanía donde apareció este vocho 1994 que, en aquel entonces, pertenecía a Pedro Prado Vargas quien, según nos platicó, fue fan de los coches modificados desde pequeño, particularmente de los vochos equipados. Tan es así, que él quería crecer rápido para trabajar y comprarse el suyo.
Cuando Pedro rondaba los 20 años, se le presentó la oportunidad de comprar su primer Vocho y no la dejó pasar. “Me hice de mi primer Vocho, la verdad estaba muy alegre. Pero ese gusto me duró muy poco, ya que en ese entonces era padre de tres niños y la situación era muy difícil, así que tuve que deshacerme de él”, nos dice.
Tiempo después y con la ayuda de su familia, Pedro compró su segundo Vocho. Con él duró cuatro años y de nueva cuenta decidieron venderlo, pero esta vez los motivos eran distintos. Deseaban empezar un proyecto desde ceros, algo que valiera la pena.
Corría el 2011 y la búsqueda de Pedro por un nuevo Vocho empezó. En eso andaba cuando se enteró de que su hermano adquirió un modelo 1994, el de la presente sesión.
“Me intrigó la adquisición y lo fui a ver. El estado del Volkswagen Escarabajo era de total abandono. Tan es así, que le comenté a mi hermano que lo que había comprado era más bien para “el kilo”. Una semana duró en sus manos y decidió venderlo, ya no era de su agrado. Me lo ofreció, pedía 7,500 pesos, la oferta era tentadora, pero al mismo tiempo me hacía dudar, ya que necesitaba mucho trabajo y dedicación para revivirlo. Lo consulté con toda la familia y al final decidimos comprarlo. Fue así como inició este proyecto”, nos dice Pedro.
Un azul eléctrico de DuPont es el tono que cubre el exterior de este vocho 1994
Por obvias razones, lo primero en lo que se trabajó fue en la hojalatería del Vocho. Fue el maestro Marcos Maqueda el encargado de cambiar una buena cantidad de piezas, entre ellas las cuatro salpicaderas y las puertas.
Una vez que la carrocería estuvo lista, el siguiente “problema” fue la elección del color que la cubriría. “La elección recayó en un azul. Ahora la cuestión era saber qué tipo de azul se aplicaría. El maestro Maqueda, me sugirió varias opciones muy buenas, pero al final nos inclinamos por un azul eléctrico de la paleta de colores de DuPont”, nos dice Pedro.
Una vez que las capas de pintura y de transparente secaron, el siguiente paso fue añadir todos los accesorios exteriores e interiores.
En cuanto a los primeros, les podemos mencionar que los estribos y retrovisores cromados son Billet, mismo terminado que tienen las rodilleras y las conchas de las manijas Empi.
Las ventanas dejaron su lugar a unas abatibles, mientras que las unidades principales son FK originales. Al catálogo de Hella pertenecen los faros auxiliares y los cuartos ámbar de las defensas, así como las calaveras ahumadas.
En cuanto al interior, les diremos que Pedro mandó a colocar una palanca de cambios Scat con gatillo de reversa y un volante deportivo forrado en piel y con quick release.
El tablero cuenta también con varias piezas en cromo, entre ellas las rejillas de ventilación y la tapa de la guantera. Con ese mismo terminado, vemos la palanca del freno de mano, los pedales y el acelerador tipo roller.
Para finalizar, Pedro mandó a modificar los asientos y los forró en tacto piel color negro.
Este vocho modificado cuenta con una suspensión de aire
Pero de todo lo antes enlistado, uno de los accesorios exterior que más llama la atención en este Vocho 1994 es su ragtop, así como sus rines R1 de 17”, son réplicas de unos Messer Turbo y están calzados con unas llantas de cama baja, rodada 205/40 ZR17.
Esa postura tan baja de este Vocho 1994 se debe a la instalación de una suspensión de aire, tanto en la parte frontal como en la posterior, y se aprovechó para recortar y girar el puente pulgada y cuarto.
Además, en las cuatro esquinas se añadieron freno de discos, trabajo hecho por Mario Tagle Hernández, quien también se encargó de la reconstrucción de los túneles.
Gracias a la instalación de una buena cantidad de piezas, más del 90% del motor 1600 cc luce un terminado en cromado, entre ellas podemos mencionar la pared de fuego y las tapas de las punterías. Los viejos cables de las bujías se reemplazaron por unos Empi de 6 mm y en color azul. El sistema de escape ahora es un phatboy de Miller.
Iván Alejandre fue el encargado de la instalación del equipo de audio, el cual está encabezado por una unidad multimedia Pioneer, dos sets de medios Vandergraaf y dos bajos de 12” y doble bobina Rock Series.
Son dos los amplificadores Vandergraaf, que se encargan de alimentar el equipo de audio, el modelo Doberman, es para los medios y el Bulldog para los bajos.
Además, Iván añadió un epicentro Soundstream y crossovers MTX.
Después de dos años, quedó listo este proyecto. En ese entonces (2013) Pedro Prado decide unirse a las filas del club Shockers Volks, donde fue muy bien recibido por el presidente Pool Palafox, quien lo apoyó con tips y consejos”.
Fotogalería: