Durante los más de 25 años de vida de la revista Vochomanía fueron muy pocas, escasas, las ocasiones que viajamos a Mazatlán, este bellísimo puerto ubicado al noroeste de la República Mexicana. Sin embargo, las pocas veces que asistimos fue para captar ejemplares de primer orden, como este vocho 88 que apareció en la portada de la edición 294.
En aquel entonces, este vocho 88 era propiedad de Carlos Enrique Lizárraga Osuna, es una de esas personas obsesionadas con su escarabajo, quien, gracias a su firme creencia de lograr darle una estética digna de apreciarse, integró en su vehículo muchos accesorios y mucha pasión para dejarlo como se aprecia en las fotos.
Vocho 88 con combinación de estilo deportivo y clásico
En la parte exterior se aprecia una carrocería totalmente restaurada y pintada en color azul, con tinta de la marca PPG. Aunque hablamos de un modelo que apareció en 1988, el propietario se empeñó en darle un estilo clásico, para ello sustituyó los espejos y las defensas de origen, por unos cromados de modelo antiguo; este mismo acabado se repite en la pera del cofre, las rejillas de los respiraderos del motor y los rines, los cuales, además de ser de 18”, pertenecen a la firma Katana y están montados sobre llantas Ventus 215/35 R18.
Para lograr una mejor apariencia las ventanas traseras se hicieron abatibles, se instalaron calaveras ahumadas, estribos de aluminio, antena Empi, placa tipo D, emblemas de Cal Look y Empi GTV, así como frenos de disco con cálipers Brembo en la parte delantera; este mismo eje fue recortado con ajustadores y mangos desfasados.
El interior de este Volkswagen modificado
Al igual que en el exterior, al habitáculo de este vocho 88 se le agregaron algunos accesorios de modelo antiguo, como por ejemplo los eleva cristales y el cenicero, sin embargo, las piezas deportivas también se hicieron presentes, como por ejemplo las conchas cromadas de las manijas de las puertas, la palanca de velocidades Scat, el puño del freno de mano de aluminio, el volante y las almohadillas en los cinturones de seguridad con logotipo de Momo, así como el acelerador tipo roller y los asientos tipo Recaro.
El asiento de la parte trasera se forró en vinilo negro, al igual que la sombrerera, donde se ubican dos bocinas 6×9” Pioneer, que dan salida a la señal emitida por el estéreo Alpine. Por su parte, en las tapas de las puertas se encuentra el set de medios y los tweeters Kicker, misma marca a la que pertenecen los woofers de 10”, amplificadores y los distribuidores de corriente; estos últimos fueron instalados en el interior del cofre, junto con el epicenter Audio Control, el capacitor Lightning Audio y los distribuidores de corriente.
El motor con detalles que marcan la diferencia
No porque el motor del vocho 88 sea una zona que no se ve, éste debe descuidarse, así que Carlos Enrique puso especial cuidado y siempre trató de mantener el corazón de su vehículo en las mejores condiciones, por tal motivo decidió instalar accesorios tanto para aumentar su desempeño, como para mejorar su estética, un claro ejemplo de lo anterior es el kit completo de cromo, así como las carburadores laterales, el árbol de levas 130 Engle; pistones, bomba de aceite y válvulas de alto rendimiento, cabezas porteadas, recuperador de aceite y escape Phatboy con araña Marget.
Sin duda, un Volkswagen Sedan modificado que vivirá para siempre en nuestra memoria.
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Fotogalería:
Emprendedor, empresario, fan del buen café y de las playas del Caribe Mexicano. Creador y Director Editorial de las revistas Vochomania, Tuning Car, Curvas, Mundo Volkswagen y muchas más. Editor en Autoproyecto. CEO de MB Digital Entertainment. #DogLover #AdoptaNoCompres