Vocho 68 de estilo clásico, propiedad de una vochera

Uno de los muchos aspectos fascinantes del pasatiempo VW, es la manera en que cada uno de los aficionados hace realidad sus sueños. Algunos desean tener el auto clásico perfecto, con rines de acero forjado; algunos otros, únicamente, manejan Combis muy bien restauradas, otros modifican sus autos para que se conviertan en Buggys, en tanto que otros, simplemente disfrutan pasear a bordo de algo que funcione bien, como es el caso de este vocho 68.

Ahora bien, hay fieles seguidoras de piezas clásicas que disfrutan inmensamente esa esencia, la cual ha perdurado con el paso de los años. Y un claro ejemplo de ello, es Karem Díaz Hernández, originaria de San Andrés Cuamilpa, Tlaxcala, y orgullosa propietaria de este vocho 68 llamado “Güero”, ambos forman parte del Club Escarabajos de Tlaxcala.

Una vez que terminamos la sesión de fotos, nos sentamos con Karem y esto fue parte de lo que nos dijo. “Se trata de un auto que forma parte de mi vida, ya que desde pequeña soñé que mi primer auto sería un vochito.

“Muy eficiente, duradero y rendidor”, así es este vocho 68

“Pasa el tiempo y siendo ya mayor, veía en el estado de Tlaxcala pasar un vochito hermoso. Cierto día me acerqué al dueño y le pedí que me lo vendiera. Se me quedó viendo y su respuesta fue negativa. Fueron varias las veces que le insistí hasta que lo convencí, así fue como el “Güero” y una servidora hemos sido inseparables desde entonces.

“Durante todo este tiempo que lo he tenido, este vocho 68 me ha acompañado en momentos de suma importancia en mi vida. Por ejemplo, el día de mi boda fue el auto que trasladó a la feliz pareja. También, ha estado en momentos menos formales que me han llenado de alegría y en algunos de emergencia, donde me ha rescatado de varios problemas. Es un auto pequeño pero… muy eficiente, duradero y rendidor”, nos dice Karem.

El cariño que ella siente por su Vocho 68 es muy especial, pues se trata de una pieza llena de historia e ilusiones, con la cual pudo formar parte del Club Escarabajos de Tlaxcala, una gran agrupación, y aparecer en Vochomanía.

Raspar el piso y un nuevo color de carrocería, parte de la restauración de este vocho 68

“Las imágenes que aparecen en estas páginas son de un modelo restaurado, para dejarlo así se tuvo que invertir un gran esfuerzo y una buena suma de dinero. Sólo hace falta verlo de cerca y apreciar cada uno de los detalles, para darse cuenta que no se trata de un vehículo común, ya que se pueden contar con los dedos de las manos los autos que, con más de medio siglo de haber salido a las calles, hemos visto que mantengan este aspecto, como todo un buen clásico”, nos dice Karem.

Y añade: “Una de las principales características de este Vocho es su espejo circular único del lado del conductor, lo cual le permite tener un toque especial y único a este modelo.

“Cuando adquirí este Vocho 68 tenía un aspecto medianamente agradable, así que decidí mejorarlo en todos los sentidos. Con la idea de renovar un poco más su aspecto, le cambié los estribos, se raspó el piso y se pintó del color original, ya que antes lucía una carrocería en color crema.

“También se cambiaron los tambores y se repararon detalles del volante, y añadí nuevas rejillas y tapones para darle un mejor aspecto. Todo lo anterior lo mandé a hacer gracias a la asesoría de un amigo del Club Escarabajos de Tlaxcala.

“Para las partes eléctricas, se repararon todas las conexiones delanteras y traseras, y se agregó el estéreo correspondiente al modelo/año del Vocho 68, el cual por cierto fue muy difícil conseguir, está instalación estuvo a cargo del taller eléctrico “Barrio Bosch”.

“Aparte de los citados desperfectos, este Vocho 68 tenía el resto de la carrocería en buen estado, así como la mecánica, por lo tanto sólo fue necesario llevarlo a un buen taller para que le revisara el motor, el cual no presentó ningún problema”.

Para concluir con la charla, Karem considera a su “vochito” parte de su vida y de su esencia, el terno en sus manos es un sueño hecho realidad. Nos asegura de forma enfática que nunca lo venderá, ya que ella y él son uno mismo. Y nos recalcó que el próximo dueño será su sobrino, “será su herencia”.

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