Catálogos del Volkswagen Safari, guía para restauradores

Resulta emocionante acudir a una agencia o distribuidora cuando estamos en búsqueda de un vehículo nuevo. Llegamos con la idea de ver físicamente el modelo, subirnos a él e inclusive solicitar una prueba de manejo. Inevitablemente el vendedor se acerca a nosotros y nos ofrece un catálogo donde vienen todas las características técnicas, colores, niveles de equipamiento y accesorios opcionales del modelo, un libro donde se encuentran enumeradas todas las bondades del auto que pretendemos adquirir, como en este caso los catálogos del Volkswagen Safari.

Estos folletos se ofrecen prácticamente desde que los primeros vehículos fueron puestos en venta, no obstante, hoy en día tienen un menor uso, ya que toda esta información está en Internet.

Muchos de estos catálogos, sobre todo de Volkswagen, se han convertido en piezas coleccionables, los cuales son una especie de ventana al pasado y que nos sitúan en el momento tecnológico que vivían las empresas automotrices, los avances e innovaciones de ese tiempo. Es por ello, que en esta ocasión acudimos a nuestros archivos históricos para presentarles los catálogos del Safari, archivos que van del 71 al 75.

Esta primera gráfica corresponde a un catálogo mexicano de 1972, en ellas se pueden ver a un par de Safaris posando en un paraje campirano que bien puede ser el Ajusco o la Marquesa. El motivo de tal escenario era sin duda hacer hincapié en el slogan entonces elegido para el modelo “El VW Safari pasa sobre obstáculos que detienen a otros”.

El librillo era claro; los caminos tortuosos y los sitios que para otros automóviles resultan prácticamente inaccesibles están al alcance de quien viaja en un VW Safari. Decían ellos que este era el resultado concreto de los “25 años” en los que la marca alemana había pasado produciendo y perfeccionando cerca de 20 millones de unidades.

El Safari era un auto sólido y muy resistente, ideal para ingenieros en prácticas de campo, aficionados a la cacería y aventureros en general, dado que contaba con un bastidor de tubo central con plataforma de piso soldada, suspensión independiente y la estabilidad característica de todos los VW. La firma alemana decía “Un medio de transporte para quienes deben llegar a como de lugar”.

“Un carro para todos los tiempos, abierto o cerrado, en las alturas o las llanuras, en buenos y malos caminos”. Y que mejor muestra de ello, que presentar estos cuatro Safaris de distintos colores, en sus diferentes facetas. Uno de ellos sin capota ni puertas, el amarillo sin toldo pero con puertas, el blanco completamente armado, y el rojo con toldo pero sin ventanas. El presente catálogo fue armado completamente en México, y prueba de ello es la pequeña bandera ubicada en la parte superior izquierda del medallón.

La parte final del documento contaba con la explicación del Servicio Técnico que VW ofrecía para el Safari “Se lo cuidamos como lo que es: Un distinguido miembro de la familia VW” decían y hacían hincapié en la garantía entonces aumentada de un año o 30 mil kilómetros.

Catálogos del Volkswagen Safari, guía para restauradores

La contraportada de un tono mostaza un poco “apagado” lo resumía todo ¿Convencido del VW Safari 1972? Si no está convencido maneje uno, y se convencerá.

La portada del catálogo alemán del Safari 1973 hace clara remembranza al que un año atrás fue distribuido en tierra Azteca. En este puede verse un modelo del mismo color, en la misma pose, básicamente es la misma toma pero con distinto escenario. Otra diferencia es que este modelo cuenta con una placa de identificación al frente y por supuesto en la portada no dice “Safarí”, sino el nombre del modelo en tierras germanas VW 181.

En este cartel el objetivo era el mismo, mostrar al Safari circulando en zonas montañosas y terrenos difíciles, sin embargo, estas imágenes estaban orientadas cien por ciento al clima y los diferentes ecosistemas alemanes.

En la parte final del catálogo podían apreciarse las posibles combinaciones de color, y las distintas texturas y tonalidades de las tapicerías disponibles.

En 1973 el catálogo del Safari Mexicano fue completamente diferente, para este apostaron por una portada roja, con un auto casi del mismo tono captado de frente. El modelo era el mismo, sin cambios en la estructura y en los interiores, así que esta publicidad resaltaba las bondades del auto; “El Safari. Tan convertible como su estado de ánimo”.

Como bien sabemos, este modelo fue bautizado como The Thing (La cosa) en el mercado estadounidense. Un modelo poco comprendido en aquellos lugares, pero que ganó ciertos adeptos. La portada del catálogo de 1974 mostraba la visión de un artista que reprodujo un Safari a lápiz, mediante una técnica en la que se pueden ver una serie de trazos y rayas que en conjunto forman el vehículo, increíble, ¿no les parece?

El interior del librillo seguía el mismo estilo de la portada, ya que no ocupaba ningún tipo de fotografías, sino ilustraciones. En la que les presentamos, podemos ver un Safari listo para ir a la playa, el cual incluía el equipo necesario para surfear y bucear.

La página final de este catálogo estadounidense contaba con las especificaciones del auto, así como con una lista de accesorios opcionales que incluían dos volantes deportivos, dos perillas, una de madera y la otra en color negro, estructura tubular para la parte trasera del auto, así como una consola central con diferentes compartimientos.

Para 1975, los norteamericanos optaron por una portada en la que mediante un juego de palabras se daba a entender la versatilidad del auto “Nuestra cosa hace tus cosas” (Qur Thing does your Thing ) y enlista una serie de actividades para el Safarí: carpintero, pescador, cazador, mensajero, esquiador, ranchero, campista, repartidor.

La última muestra de esta reportaje dedicado a los catálogos del Volkswagen Safari muestra este catálogo es que cuenta con una “radiografía” ilustrada de cada una de las partes del Safari, con todas las características del modelo y enfocándose al interior, motor, llantas, espacio de carga y puertas abatibles.

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