En 1933, cinco años antes de que Adolfo Hitler presentara con bombos y platillos el KDF-Wagen dirigido a la familia alemana, Josef Ganz, editor húngaro de la revista especializada Motor-Kritik, destapó su visión del que, para él, podría ser un vehículo “para el pueblo”. Lo bautizó Standard Superior Type I y lo armó con una carrocería redondeada, motor trasero y suspensión independiente con ejes oscilantes.
Este auto no era el primero en su lista de propuestas de movilidad individual. De hecho, ya había presentado a la prensa 2 pequeños convertibles ligeros que ayudó a diseñar, capaces de enfrentar casi cualquier obstáculo: el Ardie-Ganz de 1930 y el Adler Maikäfer (nombre con el cual se conocen los escarabajos que revolotean en los campos europeos en mayo) de 1931, con los que pretendía mejorar los vehículos alemanes, a los que calificaba de “anticuados e inseguros” desde las páginas de la influyente revista en donde trabajó hasta 1933.
El inventor del Standard Superior Type I huye de Alemania
Esta postura, unida al origen judío de su familia, lo puso rápidamente en la mira del régimen nazi, que ya ostentaba un poder absoluto sobre Alemania y se había declarado abiertamente antisemita. Se cree, incluso, que uno de sus colegas lo denunció ante el régimen, un acto que lo obligó a huir hacia Suiza y dejar el proyecto de su Standard Superior Type 1 en veremos.
Según el investigador holandés Paul Schilperoord (periodista experto en tecnología) y autor del libro “La extraordinaria vida de Josef Ganz-El ingeniero judío detrás del Volkswagen de Hitler”, escribió lo siguiente: “previo a la Segunda Guerra Mundial, el concepto ‘volks-wagen’ era un cliché, como lo fue la ‘computadora personal’ en los Estados Unidos de los años 80, pues a muchos ingenieros jóvenes les seducía diseñar carros para la masa, inspirados en lo logrado por Henry Ford. Ganz fue uno de ellos”.
Desde las páginas de Motor-Kritik, Ganz abogaba por vehículos con motor trasero refrigerado por aire. Incluso, dice Schilperoord, “fue amigo de Paul Jaray, pionero en diseño aeronáutico, a quien impulsó para que diseñara carrocerías onduladas que se resumen en lo que hoy se conoce como el (VW) escarabajo” y que fueron retomadas por otro genio de la industria, Ferdinand Porsche, reconocido por la historia como el padre del vehículo más vendido de la historia del automóvil.
Completada la “Sparkarte”, les entregarían su Escarabajo
La vulgarización del concepto ‘volkswagen’ explica, en parte, por qué el escarabajo lanzado por el dictador en 1938 nunca se llamó así. En su lugar, decidió adoptar las siglas KDF, una abreviatura que se refería al lema ‘Kraft durch Freude’ (Poder a través de la alegría), que el régimen utilizaba para inspirar a las familias alemanas a sentir orgullo por su país y a apoyar al régimen que “defendía” su raza.
El nuevo vehículo se ajustaba a la perfección a este principio liberador y llevó a la dictadura a entregarles a los niños una pequeña alcancía que debían dedicar, exclusivamente, para el KDF-Wagen familiar, y a sus padres, una tarjeta de ahorros (Sparkarte) con pequeños recuadros sobre los cuales debían pegar una estampilla mensual que equivalía a la cuota del vehículo. Completada la Sparkarte, les entregarían su escarabajo.
Obviamente, todo terminó en un engaño para la gran clase media alemana, pues nunca se percataron de que el dinero que ahorraban para su vehículo de ensueño realmente se utilizaba para armar otros destinados a apoyar las líneas de batalla: los modelos Kübelwagen y Schwimmwagen.
Mientras todo esto sucedía, Josef Ganz trató de desarrollar su Standard Superior Type 1 en Suiza y, más tarde, en Australia, pero eso requería una inversión muy grande que solo un régimen como el de Hitler podía asumir. En otras palabras, ambos ‘volkswagen’, el Standard Superior Type I y el KDF-Wagen, finalmente no se masificaron, el primero por culpa de la intolerancia, el segundo por la ambición.
Por si fuera poco, los aliados destruyeron la fábrica y Ford trató de comprar el proyecto KDF-Wagen descubierto en 1945. Esta propuesta no fue acogida por los nuevos líderes alemanes, pues vieron en ese proyecto el “vehículo ideal” para poner a rodar de nuevo al país, esta vez como el orgulloso Volkswagen (auto del pueblo) alemán.
El único Standard Superior Type 1 fue restaurado
Precisamente la historia del Standard Superior Type 1 fue la que motivó al periodista Schilperoord a investigar la vida de Ganz, a quien considera “el ingeniero judío detrás del Volkswagen de Hitler” y, más recientemente, a buscar por cielo y tierra el único Standard Superior Type I sobreviviente en el mundo, con el cual le dará a su creador el lugar que se merece en la historia.
Esta aventura la emprendió junto a uno de los descendientes de Ganz, el suizo Lorenz Schmid, y culminó con el hallazgo, en la antigua Alemania Oriental, de un chasis intacto, aunque ajustado a la conveniencia de su dueño actual, quien no reparó en cercenar sus redondeces e instalarle partes del Trabant P50 (el ‘auto del pueblo’ de la cortina de hierro), una herejía que deberá ser corregida de la mano de verdaderos expertos en vehículos de la Segunda Guerra Mundial.
El proyecto incluye recrear el perfil original del vehículo, basados en fotografías y diseños originales de Ganz. También, analizar los prototipos Standard Superior Type II que sobreviven y trabajar de la mano con Bosch en la consecución de las partes eléctricas que esa marca proveedora diseñó en su época para este vehículo.
El Escarabajo es uno de los vehículos más cautivadores para los historiadores, quienes se rehúsan a creer que una pieza tan inocente y simpática lleve semejante lastre de muerte y destrucción. Por eso creen que la idea proviene de muchas fuentes, no solo de Josef Ganz, como asegura Paul Schilperoord, incluido el Tetra 77 de 1934 exhibido en el Salón de Berlín de ese año (a donde asistieron, cada uno por su lado, Hitler y Ganz) o de los dibujos del diseñador Bela Barenyi, responsable de varios prototipos de Mercedes-Benz similares. Para algunos, el escarabajo es una amalgama de innumerables intentos por fabricar un “Volkswagen” que ayudara a mover a todo un continente en guerra.
Se dice que que se alcanzaron a fabricar 385 Standard Superior Type I bajo el lema “el Volkswagen alemán más rápido y económico del mercado”. Refugiado en Suiza, Ganz continuó desarrollando sus ideas, las cuales desembocaron en un vehículo reconocido como el ‘Volkswagen suizo’, que fracasó luego de que Hitler invadiera Francia.
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Emprendedor, empresario, fan del buen café y de las playas del Caribe Mexicano. Creador y Director Editorial de las revistas Vochomania, Tuning Car, Curvas, Mundo Volkswagen y muchas más. Editor en Autoproyecto. CEO de MB Digital Entertainment. #DogLover #AdoptaNoCompres