Iba circulando y vio un Vocho 1969 abandonado, de inmediato se bajó a preguntar si estaba a la venta, por suerte lo estaba. Dos días después iba con toda la intención de llevárselo, así que le cambió llantas, bujías, platino y condensador y sin problema alguno arrancó. Pagó por el auto y quedó muy contento por su nueva adquisición. Así es como inicia la historia de este vocho 1969 que apareció en la portada de la revista Vochomania número 463.
En aquellos tiempos, el auto era propiedad de Guillermo Torres Novelo, integrante del club Crazy Monkeys.
Dos meses después, y una vez que la situación económica mejoró, es que Guillermo mandó el vocho al taller de hojalatería, para que arreglaran todos los detalles que tenía la carrocería.
Una vez que quedó listo, tuvieron que pasar dos años, para que el propietario de este auto eligiera el color de su predilección.
Comenzó el trabajo de modificación en el interior
El siguiente paso fue la fase del tapizado, una labor que tampoco resultó fácil. Al final la selección recayó en varios metros de gamuza color camel combinado con detalles en vinilo caqui, este último se utilizó para alfombrarlo.
Una vez que se terminó el tapizado y la alfombra, el siguiente paso que dio Guillermo fue añadir los accesorios ideales, entre ellos están la palanca Empi de botón, pedales cromados, tacómetro Moon Eyes y un volante de madera imitación Nardi Torino, entre muchas otras cosas.
Y aprovechó para instalar un equipo de audio comandado por una unidad multimedia Pioneer con pantalla táctil de siete pulgadas, que envía la señal a un set de medios Focal, alimentado por un amplificador Alpine de cuatro canales, y a un bajo Pioneer de 12”, que es movido por un amplificador Planet Audio de 1000 Watts. Todo está conecta con cable calibre 4 y es abastecido con una batería de gel Optima.
En el exterior de este vocho 1969 destacan las calaveras de un Ford 32
Un aspecto que le llena de mucho orgullo a Guillermo es que la carrocería sigue con manteniendo sus líneas originales, en nada han sido alteradas. Es más, cuenta con todos los accesorios originales, tal como los biseles, faros, manijas y la luz de reversa.
Solo se hicieron un par de cambios, uno es la adaptación de unas calaveras que se tomaron de un Ford 32 y los estribos de acero inoxidable. “El inconfundible castillo de Wolfsburg le da un toque especial al auto”, comentó.
Por su parte, la suspensión delantera cuenta con eje recortado y ajustable con mangos desfasados y frenos de disco en las ruedas delanteras, mientras que la parte posterior se han instalado plumas ajustables. Con todos estos cambios, este Vocho del 69 rueda a ras de suelo.
El toque Cal Look corre a cargo de un juego de rines Empi modelo Sprint Star de 15¨ con llantas Nexen 195/50/15 en la parte frontal y Nitto 205/55/15 para atrás.
Un motor equipado con turbo
“Al motor original se le instaló un árbol de levas especial, cigüeñal 69 contrapesado, bielas balanceadas, buzos y tapas de punterías en acero inoxidable de Scat, varillas de empuje y retenedores de cromoly, pistones de 88 mm reforzados, válvulas de acero inoxidable con resortes duros, kit de cromo y sistema de encendido electrónico.
Aunado a todo lo antes mencionado, se añadió un turbocargador Mitsubishi alimentado con un carburador DCOE 40 de la marca Dellorto con filtro de aire de 6 pulgadas.
“El motor es protegido y controlado por una válvula de alivio midiendo las PSI con un reloj de la marca Sunpro”.
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Emprendedor, empresario, fan del buen café y de las playas del Caribe Mexicano. Creador y Director Editorial de las revistas Vochomania, Tuning Car, Curvas, Mundo Volkswagen y muchas más. Editor en Autoproyecto. CEO de MB Digital Entertainment. #DogLover #AdoptaNoCompres